Currículo y Tecnologías de la información y la comunicación

(No olvides citar)
Palabras claves:
Currículo, TICs, educación, ruralidad, valores, formación de maestros, sociedad del conocimiento y la información.

Introducción

El presente escrito pretende, de forma inicial, mostrar la importancia de las TICs (tecnologías de la Información y las comunicaciones) en el currículo escolar y los tipos de relaciones e incidencia de estas en el sistema educativo. Esto a través de un análisis crítico y propositivo de las relaciones, tensiones y problemas que se pueden generar a partir de esta relación, de la integración de las TICs al sistema escolar. Ya que la integración de las TICs como recursos educativos al sistema escolar, no solo genera cambios físicos en el sistema educativo sino que implica cambios en la aplicación del currículo y en la formación de maestros.

Incidencias de la integración de las TICs a la Escuela

El currículo al momento de ser construido, organizado y administrado debe responder a las necesidades y a las exigencias del contexto social de la escuela y de la sociedad en general, del país, como son los avances científicos, tecnológicos y de la comunicación.(Magendzo, 1996. p. 64) Esta apreciación nos lleva a pensar que una de las necesidades que se ha manifestado en estos tiempos es la integración de las TICs a la escuela, el uso de estos recursos tecnológicos se ha incrementado de un modo gigantesco en nuestra sociedad, es así que nuestros niños, desde su más tierna edad están involucrados con ellos, por eso es relevante reflexionar a cerca del papel que juegan estas tecnologías integradas a la escuela.

Por eso es necesario recalcar que si se piensa en una integración de estas TICs al currículo no se piense en que a nuestros niños y jóvenes se les ha de enseñar, en el practica del currículo, el uso o el manejo de todo el software y hardware de las TICs. La integración no debe corresponder solo a esto, ya que de por si este contenido debe hacer parte del currículo, por ser una de las competencias técnicas que deben adquirir también nuestros estudiantes para enfrentarse a diferentes demandas que exige la sociedad en los campos en los que estos recursos se utilicen, además, este es uno de los fines que plantea la educación colombiana. Me refiero a que el individuo al salir de la escuela, solamente estaría en la capacidad de manejar estos artefactos, programas y demás habilidades relacionadas en comunión con áreas como las matemáticas, la contabilidad, las ciencias exactas, entre otras.1 Es así que, según Vilches (S.A.) “(…) dichas herramientas han sido usadas o bien para el control administrativa o bien para reforzar los contenidos de los programas de matemática y tecnología” (p. 96) No se piensa en suplir, cubrir otras áreas. Limitándose entonces, la formación a técnicas que exige la sociedad del conocimiento y la información en la que los procesos formativos se dirigen para “que cualquier persona pueda desempeñarse y moverse con efectividad y pertinencia en su particular medio sociocultural, hoy de inscripción global. Ello significa adquirir las habilidades para un aprendizaje autorregulado contínuo a lo largo de toda la vida, o lo que es lo mismo, que aprenda a prender de por vida con la flexibilidad y lucidez.” (Fainholc, 2005. p.54)

En este sentido, el sistema educativo debe pensar en brindar una formación integral a sus estudiantes, de una actitud analítica y un pensamiento critico frente a estas tecnologías que nos brindan tanta información y que llega cargada de diversidad de valores culturales y sociales que produce la ideología dominante y los administradores de dicha información, por eso “la tecnología nunca ha sido neutral, y menos aun si de asuntos educativos se trata. […] la supuesta neutralidad ideológica no deja de ser en el mejor de los casos, una romántica ilusión, o una peligrosa candidez en el peor de los mimos. La tecnología encarna formas de poder y autoridad, y aun en su diseño se encuentran pautas que van a ordenar la vida social de muy diferentes maneras.”2 Debido a estos aspectos es que requiere ser interpretada de una forma adecuada. Así que la integración de las TICs al currículo exige por parte que los miembros de la comunidad educativa poseer esta formación analítica, reflexiva y critica, además, de la conciencia de los objetivos que se buscan con la integración, mejorar el sistema educativo, generar cambios en el aula a partir de la introducción de estos recursos, innovaciones pedagógicas por parte del maestro. Ya que como dice Magendzo (1996) el proceso de integración, de innovaciones curriculares se ve afectado por las carencias a nivel de “claridad del sentido de la innovación y sus propósitos para de esta manera poder ordenar las tareas que la innovación compromete. (…) existe en nuestras escuelas un ordenamiento muy jerárquico en la gestación e instauración de la innovación, de suerte que los responsables últimos de la innovación los docentes se sienten marginados. No hay instancias claras y reales de participación, no se proporcionan los recursos humanos y financieros a tiempo y en cantidad suficiente para que la innovación llegue a buen termino.” (pp. 96-97.) A estos contenidos y actitudes que deben enseñarse son a los que se refiere Fainholc (2005) cuando dice, acerca de las TICs, “se deberá aprender, enseñar y practicarse los nuevos registros simbólicos de las TICs a fin de conocer sus atributos o propiedades para su uso inteligente, lo que al mismo tiempo, significa tomar conciencia de sus implicaciones textuales y discursivas inscriptas en un marco más amplio filosófico-axiológico y cultural además de socio-económico e ideológico y político de significados sociales.” (pp.55-56) Este conocimiento es lo que permitirá acercarse a esa formación crítica, reflexiva y analítica de la cultura que nos ofrecen las tecnologías y los medios de comunicación.

Ahora, el primer problema que ya se había vislumbrado de manera implícita en párrafos anteriores respecto a la integración de las TICs es como vincular otras áreas como las ciencias humanas al uso de las TICs en la escuela, y no solo enfocado en unas áreas, la cuestión que surge es cómo el maestro aprovecharía estos recursos para lograr una mayor formación y aprendizaje en sus estudiantes, de acuerdo con Vilches (2005) que hace una propuesta interesante de modelar los saberes pedagógicos, esta tarea que le correspondería al maestro exige de él una eficaz y completa formación, como una alta flexibilidad para organizar y modelar su trabajo en el aula, “que los mismos docentes transformen sus modelos mentales en programas de computador, de manera que percibirlos como objetos en funcionamiento, como artefactos que pueden ser modificados. (…) Dichos programas simularían el “discurso docente” y el “discurso juvenil”. De esa manera, los educadores verían en funcionamiento los guiones que han generado para administrar la relación con sus alumnos.” 3

Pero emerge un segundo problema, el reemplazo del aula como lugar de interacción, de encuentro sujeto a sujeto, los maestros y los estudiantes, reemplazada por la relación del estudiante con este recurso y la relación del maestro con los mismos. Mas bien el maestro debe buscar la forma en que estos recursos potencien la interacción en el aula y el conocimiento de sus estudiantes. Para que el proceso de enseñanza no se vea afectado y pase a ser una transmisión de los conocimientos de forma “bancaria”, por eso “la incorporación de las TIC va a permitir pasar de las aulas que se supone que tiene lugar el aprendizaje formal a otras en la que tiene lugar el auto aprendizaje y los trabajos en grupo y los “campus” virtuales. Debemos ser capaces de buscar maneras de facilitar estos procesos de cambio, situando al alumno en el centro del aprendizaje, y creando un entorno para el aprendizaje comunitario” (García. p.2-3). Por ejemplo la experiencia de Sáenz (2007) en el uso de las TICs nos demuestra que la integración no solo mejora el sistema educativo sino los procesos de enseñanza, además nos evidencia la creatividad y la innovación de los profesores en el uso de las TICs, “nuestra experiencia trata de integrar las TICs en procesos que mejoren el sistema educativo; hacer cosas diferentes, introducir cambios que son posibles gracias a la introducción de estos recursos. Para ello utilizamos una plataforma de trabajo cooperativo. (…) El trabajo de orientación individualizada en los aprendizajes es, ahora, mas importante. Las TICs nos prestan todo su potencial para su desarrollo.” (p. 274)

En estas experiencias es evidente que cambia el papel del maestro en la enseñanza con el apoyo de las TICs, para Salinas (2005) citado por Carvajal (S. A.) el rol del profesor cambia de la transmisión del conocimiento a los alumnos a ser facilitador en la construcción del propio conocimiento por parte de estos. Se trata de una visión de la enseñanza en la que el alumno es el centro o foco de atención y en el que el profesor juega, paradójicamente, un papel decisivo. (…) El profesor actúa como persona y después como experto en contenido. Promueve en el alumno el crecimiento personal y enfatiza la facilitación del aprendizaje antes que la transmisión de información.” (p. 3) Este cambio que nos plantea Salinas requiere también de cambios en la actitud del profesor, que sea flexible y capaz de promover este tipo de construcción del conocimiento a través de las TICs.

Ahora, no se debe quedar la escuela en las formas en que transmitirá el conocimiento, con las nuevas tecnologías, viendo en ellas un mayor y fácil acceso a la información, que es cierto pero que es lo qué en realidad va a enseñar la escuela, ya que como dice Sacristán () “la preocupación técnica de lograr métodos validos para transmitir los aprendizajes y la ligazón a la psicología para proveerse de criterios de autoridad científica, han hecho que la educación en general, y la didáctica mas en particular, se hayan olvidado a veces del contenido culturizador de la educación. La preocupación por los métodos y por los procesos de aprendizaje ha llevado, desafortunadamente, a que mucha de la investigación educativa disponible no haga relación al contenido de la enseñanza.” (p. 139)

Precisamente, en este contexto del aula y de los contenidos a enseñar es necesario considerar que el maestro y el profesor al plantearse problemas en cuanto a los saberes a enseñar, lo que implica preguntarse “qué, cómo y cuanto aprenden los estudiantes, así como por el tipo de sujeto que esta formando la escuela. Significa plantearse las necesidades de conocimientos, habilidades, valores y actitudes indispensables para vivir con dignidad, seguir aprendiendo, mejorar la calidad de vida y contribuir en términos sociales, políticos y culturales al desarrollo y transformación de la sociedad.” (Magendzo, 1996. p. 66) Una de las maneras para responder a estos problemas es pensar que deben vincular contenidos4 que permanecen fuera del currículo como las cultura infantiles y juveniles, la realidad de la clase trabajadora, de los pobres, de la diversidad sexual, temáticas que no son tomadas con intensidad en las jornadas escolares, en la programación de los contenidos del currículo, sino que son tratadas como una ampliación de las situaciones que se dan en la cotidianidad escolar, y no se tiene en cuenta la realidad externa a la escuela, la del país, de esta manera dichos contenidos están ausentes dentro del currículo. Esta propuesta brinda la posibilidad al maestro que en su práctica pedagógica realizada en el aula, genere una proliferación de innovaciones pedagógicas que permitan un mayor acercamiento de los saberes, a la formación en valores como lo propuesto por Magendzo y en el conocimiento social.

Es evidente hasta aquí que la incorporación de esta tecnologías y recursos en las instituciones educativas, también nos muestran cambios en la educación, otro de ellos es la educación a distancia, que ofrece ciertas oportunidades a personas que presenta inconvenientes para asistir a una institución, llega hasta los sectores rurales que son los mas lejanos, respondiendo a demandas educativas de ese tipo de población, así como lo expresa Carvajal (S. A.) cuando dice que el desarrollo tecnológico y la posibilidad de nuevas modalidades educativas contribuyen con el desarrollo de las poblaciones más excluidas en tanto los sistemas, modelos pedagógicos y estrategias de mediación, sean pensadas desde y para los grupos hacia los que se dirige, en el caso de la población rural centroamericana es necesario considerar las características y demandas de los actores sociales que los conforman. (p. 1). Al parecer este es un aspecto positivo de la integración, ya que produce beneficios en los aspectos económicos, reduciendo costos, como dice la misma autora, brinda “la oportunidad de atender simultáneamente, en un mismo curso, a estudiantes de diferentes países, edades, ocupaciones e intereses… las TICs permiten reducir enormes costos de traslados, papel, impresión de documentos y tramites administrativos.” 5

Aunado a estos cambios emergen problemas como los que plantea García (2002) acerca de la educación a distancia en algunas instituciones hispanoamericanas “(…) “la situación de la EAD en Europa y en América: la oferta de Enseñanza a distancia de los diferentes países es muy regular, muy variada, hay una gran oferta de cursos de todo tipo NO existe una oferta de formación a distancia regulada y apoyada por la leyes que este imbricada en el sistema educativo del país. (…) Se ofrecen enseñanzas a distancia de todo tipo que nacen de la preocupación de alguna entidad pública o privada por estos temas, o del mercado potencial que tiene una oferta así. Hay entidades como la Open University Inglesa, el TEC de Monterrey (privado) o la UNED española que ofrecen enseñanzas a distancia de prestigio, pero no hay una oferta seria por parte de los estados dirigida a toda la población que garantice el acceso a la misma en igualdad de condiciones para todos.” (p. 2) Es decir, se piensa en la cobertura, en la educación para todos pero no en la calidad, en la accesibilidad que tendrán las personas a estos, o sea que la responsabilidad de educarse es solo de las personas ya que no se tiene en cuenta condiciones socioeconómicas que afectan a estas personas. Otro problema, aunado a este, es que “no se ha reflexionado suficientemente sobre los MODELOS de enseñanza-aprendizaje que implica el desarrollo de estas plataformas de formación en línea. Una vez superados los factores económicos, que son fundamentales, cada institución se lanza a ofertar enseñanzas a distancia con el mismo modelo teledirigido que tienen en su enseñanza presencial.”(García. p.2-3) Es decir, el profesor no se piensa en que estrategias de enseñanza utilizará bajo esta modalidad, sin embargo, a este problema también se suma que los profesores cuentan con pocos recursos económicos para poseer este tipo de tecnologías y tener un acceso mas fácil. Es así que mientras se innova en la escuela en su contexto tal vez no.

Estas alternativas de mejoramiento del sistema educativo, como la integración de las TICs son importantes para proporcionar un progreso en la calidad de la educación, pero también se debe tener en cuenta que no solo son cambios físicos o de recursos los que necesita la escuela, sino en los contenidos que se enseña y en el contexto como lo plantee anteriormente, transformaciones en la cultura escolar que implican un cambio en las actitud del maestro, ya que pensar en una educación de calidad, como dice Magendzo (1996) en la perspectiva de una educación para la democracia, radica en la necesidad que existe de introducir cambios importantes en esta cultura escolar. Se debe plantear que el sujeto educativo debe conceptualizarse no solo como sujeto económico, sino como sujeto social que puede incorporarse de forma critica activa y constructiva a los procesos económicos, sociales, políticos y culturales.” (p.66)

Por ultimo, surgen cuestiones acerca de la forma en la que se aplicara la evaluación, que estrategias piensa el maestro para ello, García (2005) dice al respecto de la evaluación con el uso de las TICs, en los procesos de enseñanza y aprendizaje de las escuelas europeas y americanas: “los procesos de evaluación de estas enseñanzas no se consideran relevantes, o simplemente se obvian.” (p. 3) Entonces, el maestro como mide el nivel de conceptualización de los estudiantes, además de pensar en las formas en que transformará el contenido a enseñar con el uso de estos recursos, debe pensar en las estrategias de evaluación y debe indagar y aprender de experiencias y estudios que se han dado a cerca de las TICs, y su aplicación en otras instituciones; para que constituya un paso para que se reconceptualizen y resignifiquen los procesos de enseñanza y las relaciones entre el maestro y el alumno.



BIBLIOGRAFIA

     FRAGOSO, Pariente. 2006. Valores y las TICs en las instituciones educativas. Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
     CARVAJAL JIMÉNEZ, Vivian. (S. A.) La implementación de las TICs desde la pedagogía Rural. Universidad Nacional de Costa Rica.
     VILCHES MÁRQUEZ, Rogelio. 2005. Integración de las TICs a la cultura docente. En: Revista enfoques educacionales. No. 7. Universidad de Chile. Santiago de Chile. pp. 93-102
     SACRISTÁN, José Jimeno. Cáp. IV. “Los contenidos culturales, la diversidad y la función de las instituciones escolares” y Cáp. VI “El currículo: ¿los contenidos de la enseñanza práctica”
     MAGENDZO, Abraham. 1996. Currículo: Educación para la democracia en la modernidad. Bogota.
     GARCIA FERNANDEZ, Nicanor. 2002. Las comunidades de Aprendizaje. Oviedo.
     SAENZ DEL CASTILLO, Andrés Ángel. 2007. Las TICs y la formación del profesorado: descripción de una experiencia. En: Revista Electrónica Teoría de la Educación. Vol. Extraordinario.
     FAINTOLC, Beatriz. 2005. El uso inteligente de las TIC para una práctica socioeducativa de Calidad. En: Revista Latinoamericana de Tecnología educativa. No. 2, Vol. 4. Buenos Aires, Argentina. Pp. 53-63.

1 Vilches Márquez, Rogelio. Integración de las TICs a la cultura docente. 2005
2 Fragoso, Pariente. Valores y las TICs en las instituciones educativas. 2006. p. 1.
3 Vilches Márquez, Rogelio. Integración de las TICs a la cultura docente. p. 96.
4 Estos contenidos son trabajados por José Gimeno Sacristán en….
5 Carvajal Jiménez, Vivian. (S. A.) La implementación de las TICs desde la pedagogía Rural. p. 1.



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